Atrás quedaron esos días en los que ponerse fotoprotector era sinónimo de quedar con la cara llena de cremas con trazas blancas. Acaba de llegar al país el lanzamiento de Isdin: Sunbrush Mineral spf 50+, un producto innovador que permite aplicar y reaplicar la protección solar de una manera simple, práctica e imperceptible.
SunBrush es, como su nombre lo indica, un protector solar que se presenta en forma de brocha. Vemos en una punta las cerdas que al principio son blancas, pero que apenas empezamos a usar el producto toman color rosado, como el que vemos en el receptáculo de la otra punta, donde se encuentra el polvo, que tiene una textura ultraligera y no aporta color alguno, así que se adapta a cualquier tono de piel.
Puede aplicarse sobre piel limpia o maquillada. Al no aportar color respeta el maquillaje existente, pero si matifica y aporta una cobertura super natural, nada densa ni que marque los poros.
Este polvo esta compuesto por 100% polvos minerales como el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Estos ingredientes son tolerados perfectamente por todos los tipos de piel, aún las más reactivas. Es más, siempre que se habla de "pantalla total" es porque hay filtros minerales o físicos en la fórmula, ya que actúan como micro espejos que reflejan los filtros solares y no permiten que lleguen a la piel. Este tipo de filtros siempre fueron los que aportaban esas sensación de densidad y pesadez en los fotoprotectores.
También, a diferencia de los filtros químicos, aportan una protección inmediata, lo que quiere decir que no es necesario esperar 15 minutos antes de exponerse al sol... como pasa con la mayor parte de los protectores solares que usamos.
Además de los filtros físicos, encontramos mica que aporta luminosidad óptica, emolientes, siliconas, silicio para aportar elasticidad, polymethylsilsesquioxane (otra silicona emoliente), aminoácidos para evitar el envejecimiento prematuro, entre otros.
También esta bueno aclarar que es un producto no comedogénico, hipoalergénico y resistente al agua (40 minutos de inmersión). La fórmula es biodegradable, se buscó el mínimo impacto ambiental, por eso tiene una degradación del 60% a los 28 días.
La forma de uso es simple: una vez que retiramos la tapa, damos unos golpes con la brocha en el dorso de la mano para confirmar que sale el polvo (es minúsculo, bastante difícil de ver y sentir). Siempre sobre la piel seca, se aplica en la cara con movimientos circulares muy pequeños, para garantizar la correcta liberación del polvo. Realicen varios círculos, sobre todo en mejillas y frente. También deslicen en forma generosa por el resto de la cara, escote y manos. Supuestamente, la brocha permite 60 aplicaciones.
El problema es que hay que aplicar una cantidad sufiente para que esto pase: o sea, mucho más de lo que seguro nos estamos poniendo.
Realmente es un polvo super liviano, no se siente sobre la piel ni tampoco aporta color, pero al menos se nota que matifica. La piel no queda pesada o densa. No marca los poros ni arrugas. No es un maquillaje, es un protector solar en polvo, así que no busqué en ningún momento que genere uniformidad de tono.
Eso si, debo aclarar que en mi caso el polvo a lo largo de la tarde se oxida y mi piel empieza a verse un poco naranja. Y va "empeorando" a medida que replico. Ese cambio de color está relacionado con el pH de mi piel, mi sebo y demás, así que no necesariamente le pase a todo el que lo use.
Al no poder ver el filtro/polvo/fotoprotector, al principio sentis que no te pusiste nada, así que empezas a ponerte más y más. Mal no va a hacer, pero el acostumbramiento puede costarnos una brocha (algo similar me pasó con la bruma de la competencia). Pero mejor sobre antes que falte.
Creo que después de 3 días de uso constante ya empecé a relajarme un poco y aplicar cada 2 horas (si estoy al aire libre) sin necesidad de sentir que voy a estornudar por la cantidad de polvo en el ambiente que voy desperdiciando. Lo bueno es que nunca quedé empastada ni con la cara de un color diferente al resto del cuerpo.
Una vez que terminan de usarlo, suben el protector transparente hasta agarrar todas las cerdas de la brocha y pueden colocar la tapa.
Para algunas pieles demasiado sensibles, las cerdas de la brocha pueden ser un tanto duras. En mi caso las sentí agradables.
También me preguntaron varias veces si se puede limpiar la brocha con jabón. La marca no lo recomienda, pero si el enjuague es solo de las puntas de la brocha no pasa nada. Lo mejor es que el agua no llegue hasta el polvo. Uds. decidirán...
Ya está a la venta en farmacias. Si quieren saber donde comprarlo, en la página de ISDIN tienen un buscador, pueden hacer click acá para verlo.
¿alguien ya lo probó?
