Compré el Shampoo Anti-caída y antiage fue lo mismo que nada. No noté ni más brillo, ni suavidad, ni nada. También promete menos canas (cómo puede un shampoo evitar algo genético?) y que se va a caer menos el pelo; esto último tampoco pude probarlo porque tuve que dejar de usarlo; el pelo estaba cada día más feo, se ensuciaba enseguida, o mejor dicho, engrasaba. Ah, y no noté un brillo superior.
En cabellos secos puede llegar a funcionar, pero en cabellos normales el resultado es un pelo engrasado. No me dió ni brillo ni docilidad (eso que a pesar de dejarme el pelo horrible, le dí varias oportunidades) ni en la primera lavada ni en las sucesivas, es más, como les conté más arriba, a medida que pasaba el tiempo, el pelo duraba limpio cada vez menos tiempo.
Al tener el cabello tan corto, no es necesario que use acondicionador, así que todos los resultados fueron obra y gracia de Tío Nacho.
Una ve los activos y se enamora:
- Jalea real: otorga brillo, sedosidad, nutrición y deja el cabello dócil. La jalea real tiene gran cantidad de vitaminas, aminoácidos y antioxidantes.
- Jitomate: aumenta el crecimiento del cabello y le otorga brillo.
- Cacahuananche: previene la caída.
- Extracto de ginseng: proporciona energía al bulbo piloso, lo tonifica y le brinda brillo.
- Romero: es un astringente para cabello graso y estimula el crecimiento.
- Semillas de trigo: previenen la caída del cabello, son emolientes y antioxidantes.
- Aloe vera: es un ingrediente muy bueno para tratar los cabellos con caspa. Detiene la caída del cabello, estimula su crecimiento y lo fortalece.
- Jojoba: nutre el cabello e impide la acumulación de sebo.
- Espinosilla: quita la caspa, evita que se engrase el pelo, otorga brillo y sedosidad.
Con esos activos una cree que ha encontrado el Santo Grial de los productos capilares, pero no fue mi caso. Si hubiera gastado centavos aún así me hubiera parecido caro.
Eso si, el aroma que tiene es una exquisitez... por si les interesa y no tiene siliconas en su formulación (por eso tampoco esperaba un cabello súper suave y brillante, pero esperé mucho...)
Lo bueno es que pude mejorar bastante lo que había quedado de mi pelo con este producto que traje de mi viaje a NY y que dura muchísimo: es el shampoo en barra Godiva de Lush. Cuando una está acostumbrada a lo tradicional, ver un shampoo en barra es raro, pero una vez que te acostumbrás, ya no querés saber nada más con los otros: el gasto es mínimo (en mi pelo corto y fino, al menos) y su formato lo hace durar muchísimo.
El uso es simple: nos mojamos el cabello y frotamos la pastilla primero en el cuero cabelludo y luego en el largo del pelo. No es necesario mucho producto para limpiar. El aroma a jazmín y frescas que tiene es maravilloso, limpia como ninguno y deja el cabello perfumadísimo, suave, brillante e hiper dócil. Una vez usado, hay que dejarlo secar y recién después se puede guardar.
Algunos de sus activos son
- Manteca de cacao: hidrata, suaviza y aumenta la hidratación del cabello fino sin dejarlo pesado.
- Extracto de hibisco: suaviza y nutre
- manteca de karité: da brillo, restaura el cabello del daño solar y del viento.
- aceite de camelia: es ideal para el cabello fino porque aporta volúmen, repara e hidrata el cabello en profundidad.
- aceite de jojoba: disuelve el sebo.
- aceite orgánico de nueces de macadamia: ideal para el cabello seco y maltratado.
- aceite de coco: nutritivo
- absoluto de jazmín para perfumar, junto con el aceite de Ylang Ylang
- aceite de palmarosa: regenerante y con un aroma intenso.
Al igual que Tio Nacho, no tiene siliconas ni acondicionadores, por lo cual, a algunas personas puede no gustarle como les deja el cabello en los primeros usos. En mi caso, fue amor a la segunda usada que se sigue sosteniendo con los usos.
¿alguien quiere defender a Tio Nacho?