El cabello se encuentra frente a agresiones que dañan la cutícula y lo resecan, dejándolo quebradizo, sin brillo, puntas abiertas y con frizz. Las coloraciones, el uso (y abuso) de aparatos térmicos para el peinado como los secadores y planchitas, los climas externos, la herencia y el uso de productos inadecuados, entre otros, pueden ser los culpables. Y ahí nace Pro Fiber de L'Oréal Professionel.
Hasta hace poco no existía tratamiento para el cabello dañado que durara más de un lavado: todos los que se aplicaban, se iban al primer lavado. Pero L'Oreal Professionnel, después de 15 años de investigación, encontró una tecnología capaz de repararlo de manera duradera. La tecnología se llama APTYL 100 y combina 2 moléculas:
- Aminosilane: compuesto de silicio, que restaura el cortex y fortalece la estructura capilar creando una estructura tridimensional.
- Polímero catiónico: que actúa cubriendo la superficie del cabello, protegiéndolo y dejando una sensación suave, sedosa y brillante.
Ahora bien, ¿cómo hacemos para recibir este activo? Yendo a la peluquería. Este tratamiento, que dura tan sólo 6 semanas, comienza con el estudio de nuestro cabello por parte de un especialista que, en base a determinadas preguntas, va a definir cuál es el grado de daño que tenemos.
Una vez que respondemos algunas preguntas, hay 3 posibilidades y gamas específicas para cada problema:
- Pro Fiber Rectify: El daño es el más leve, aquí, la cutícula está dañada por secadores, planchas y otros agentes externos. El objetivo es reactivar la fibra capilar.
- Pro Fiber Restore: restauración de la cutícula debilitada y el cortex dañado.
- Pro Fiber Reconstruct: reconstruye el cortex y la fibra capilar, ambos muy dañados.
Cada gama tiene un shampoo, acondicionador, ampollas de recarga, mascarilla y sueros o productos leave in, que facilitan el peinado. Según los especialistas, los productos que si o si hay que usar son el shampoo, la recarga y la mascarilla.
También en el salón, después del análisis que determina qué gama es la más adecuada, se realiza una limpieza con shampoo Pro Fiber y una dosis de Aptyl 100 en pileta que se deja 5 minutos y se retira. Luego, el tratamiento se continúa en el hogar.
Una vez en casa, vamos a lavar el cabello con el shampoo y acondicionador Pro Fiber. Podemos aplicar el suero o leave in sin aclarado para peinar si así lo deseamos.
Pero cada 4 lavados si o si tenemos que a utilizar una recarga, que va a alargar el tratamiento de reparación. Esta recarga en verdad es una ampolla se aplica en largos y puntas después del shampoo. La dejan unos 5 minutos, emulsionan y la enjuagan. No hay que aplicar ni acondicionador ni mascarilla en este día. Si son de las que no saben dónde están paradas, no se preocupen, un mail les va a recordar cuando tienen que aplicarla.
Las recargas vienen en un pomo monodosis de 20ml. La caja tiene seis de ellas. Con una alcanza (y sobra) para cabello corto, pero quizás las personas de pelo largo necesiten más de una.
Una vez por semana pueden realizar la mascarilla que deja el cabello con una suavidad y brillo increíbles. Cumplidas las 6 semanas de uso (otra vez, un mail les va a avisar cuando eso suceda), el tratamiento tiene que ser interrumpido para volver al salón. Ahí, el especialista va a analizar el cabello y puede ser que necesiten otra de las gamas o que ya no sea necesario el tratamiento Pro Fiber.
Toda la gama Restore que me tocó probar tiene un aroma a sándalo fabuloso. Rectify huele a miel y cítricos y Reconstruct a vainilla.
La suavidad y brillo que deja el tratamiento es increíble. Y no sólo se siente así de suave con la aplicación en el salón, se siente siempre durante las 6 semanas. A mi cabello, maltratado por el cloro de mis clases de natación, en ningún momento le puse algún protector antes de las clases (2 veces por semana, 2 horas) y siempre lo tuve brillante y sedoso, cosa que antes no me pasaba. Tampoco se engrasó más de la cuenta, algo que siempre sufría con productos restauradores. Era (y es, lo sigo teniendo así) un placer tocarlo. Tiene cuerpo y movimiento, además de la suavidad y brillo increíbles. No sé qué voy a hacer con él para que no se estropee otra vez en la pileta. Para colmo, me enamoré del aroma.
El shampoo no tiene sulfatos pero si siliconas, al igual que el acondicionador y la mascarilla. Las recargas no tienen siliconas. El shampoo limpia pero no es tan fuerte como para retirar el aptyl 100 y las recargas tienen una dosis de esta molécula para que siga actuando sobre la fibra.
Este tratamiento se realiza y vende en algunas peluquerías. Para saber dónde pueden encontrarlo, en el sitio Pro Fiber tienen un localizador http://www.salonlocatorlp.com.ar .