Dias de Spa: Dra Cabillón.
23.2.18
Para quienes quieran relajarse, recibir masajes y tratamientos faciales, pero sin moverse de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hoy les traigo una opción maravillosa. Para mi cumpleaños Nº 40, mi marido me regaló una tarde en el Spa de la Dra Cabillón, en pleno barrio de Belgrano.
El Spa se encuentra en un duplex en un edificio común y corriente sobre la calle Ramsay. Sinceramente, no esperé encontrarme con ese pequeño oasis de relajación. Lo bueno de ir sin expectativas es que te pueden sorprender. Te recibe la Dra Cabillón en un ambiente tranquilo, perfectamente decorado y con todo lo que necesitas para una experiencia increíble.
Hay 4 opciones de grupos de servicios diferentes: algunas incluyen masajes, tratamientos faciales, circuito hídrico con Hammam, Sauna y ducha escocesa; hidromasaje con burbujas de ozono, tratamientos de manos y pies y más.
Yo elegí uno que tenía masajes descontracturantes de 50 minutos, tratamiento facial con mascarilla y circuito hídrico. Esa opción tiene una duración de 3 horas aproximadamente y, al menos ese sábado, estuve sola disfrutando de las instalaciones.
Dejé mi ropa en el locker y con mi bata y pantuflas me dirigí a disfrutar de uno de los mejores masajes que recibí en mi vida. No estoy exagerando: fue maravilloso. Ni fuerte ni suave, con la presión justa para olvidarte del mundo exterior.
Después me tocó el tratamiento facial: limpieza, exfoliación, mascarilla iluminadora y más masajes. Los productos usados son propios de la Dra. Cabillón y están formulados especialmente para usar en su spa.
Cuando te vas, te regalan 3 minitallas de sus productos. Estoy encantada con la emulsión limpiadora y la crema de tratamiento con retinol y péptidos. Tengo entendido que también los venden para quienes quieren seguir usándolos.
Una vez terminado el tratamiento facial, llega el momento del circuito hídrico. Sinceramente, no sabía donde iban a meter el sauna, la ducha y el hidromasaje en un lugar tan chico, pero ahí están. No tendrá los metros cuadrados de un hotel 5 estrellas, pero le puede hacer frente tranquilamente: lugar chiquito pero con todo lo necesario. Y lo mejor de todo es que siempre estás controlada por la Dra Cabillón, que te indica cuanto tiempo tenés que estar en cada lugar, así podes disfrutar de todos los servicios.
Primero fui al sauna, donde estuve 7 minutos. Salí y me quedé otros 5 minutos relajada en los camastros con vista a un parque divino. Tenés agua, jugo de naranja e infusiones para tomar.
Después me toco el Hammam, un baño de vapor. Ahí intenté quedarme unos 5 minutos, pero no pude resistir el calor húmedo. Por último, y después de otros 5 minutos de relax, me tocó la ducha escocesa.
Me quedé con ganas de hacer el hidromasaje a la lavanda con colchón de burbujas (lo encuentran como ozono terapia) pero no estaba dentro del pack que había elegido, así que tendré que volver.
La atención del lugar es muy esmerada, el ambiente es tranquilo y relajante, los servicios e instalaciones están en perfecto estado, el lugar brilla por la limpieza y la atención de la Dra Cabillon es magnífica; ella es super cálida y amable.
No pude sacar fotos del lugar porque al principio no pensaba hacer reseña, así que tomé las imágenes del sitio web Big Box. Fui pensando en relajarme y disfrutar de mi regalo de cumpleaños, pero el lugar se merece una mención por si están buscando opciones de spa urbanos.
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