Ando hecha una maestra ciruela ultimamente, avisen si no me toleran más en este papel, no me ofendo.
El blush es el último toque de cualquier maquillaje que se precie, le aporta profundidad, color y forma a tus mejillas, elegir el color y la forma de aplicarlo es un ejercicio de error y ensayo, pero quizás unos tips no vengan nada mal para aprender a elegir el que mejor nos queda.
Lo primero es elegir el color: para una elección rápida, pellizcar las mejillas un poco nos dá una idea del color que mejor nos queda. Otra opción es que combine con el labial. En mi caso, uso el labial como blush, pruebenlo y después me cuentan.
El beige y los rosas son ideales para todos los colores de piel, pero si tu piel es clara, lo ideal es inclinarse por colores suaves como el mauve, rosa o ciruela.
Para pieles de tonos medios, el naranja, cobre, almendra o durazno quedan preciosos.
Para pieles oscuras, tonos rojizos.
Hay dos tipos de blush, en crema y en polvo. En crema son ideales para pieles secas y en polvo le da un tono mate a la piel grasa luego de aplicar el polvo traslúcido.
El blush en polvo del que toda la blogosfera habla es el Orgasm de Nars, que imita el color de las mejillas después de tener sexo. Todavía no logré probarlo, pero como Mr. Ewok viaja a Europa en marzo, no pierdo las esperanzas!. Lo ideal para aplicarlo es usar una brocha profesional, y no las que vienen con el producto. Se aplica el blush desde el comienzo del pómulo hasta la línea del cabello.
El rubor en crema es un poco diferente en cuanto a la aplicación. Se hace con los dedos.
Con tu dedo medio toma una pequeña cantidad de blush, y marca unos puntos desde el centro de la mejilla, después es sólo cuestión de esfumar. El blush en crema de Natura Faces me gusta muchísimo, sobre todo cuando no tengo muchas ganas de maquillarme.

y ustedes ¿que productos usan? ¿Usan el labial como blush o soy yo la única loca que lo hace?