Del castaño oscuro al gris: una historia de decoloración.
29.1.21
Un día me tenté con tener el pelo de color gris. Ya había pasado por el rosa, verde, violeta... y siempre quise el gris, así que ya era hora. Esta es la historia del cambio de color.
Aclaremos: la decoloración no un juego. Es un proceso muy agresivo para el pelo, que lo debilita, afina y hasta destruye (no me hagan acordar... bueno, si, acá se los dejo). El decolorante abre la cutícula del pelo y barre con la melanina. Al cambiar el color, cambia la estructura. Cuanto oscuro tengamos el pelo y más blanco o claro lo queramos, más agresivo es el proceso.
El problema es que, para muchos colores fantasía, más pigmento hay que sacar para que quede bien. En el caso del gris, si queda un poco de amarillo en el pelo, el color queda verdoso.
Según el color de pelo que tengan, miren lo que tiene que decolorar para llegar al 9 o 10. En el caso del blanco, el 10 es el ideal. En el caso del gris, con el 9 y mucho matizador iríamos bien.
Antes de la decoloración.
Lo mejor es estar preparadxs. Lo ideal es que unos meses antes dejen de realizarse algunos procesos químicos: no más alisado, no más permanente. Traten de evitar el uso de planchas, secadores o usen muchos protectores de calor. Si tienen el pelo teñido de otro color, charlen con su colorista cómo afecta eso el decolorado. No es lo mismo tener un castaño natural que uno con tintes roja. Y ni que hablar de uno teñido de negro, que es lo peor que pueden hacer: es muy difícil sacar el tinte y hasta pueden llegar a quedarse con el pelo azul.
Como durante la decoloración el cabello va a perder proteínas, lo mejor es aportarle nutrientes antes del proceso, para que esté fuerte. Un mes antes del primer proceso, me realicé 1 o 2 mascarillas por semana:
- Nutrifier y ProLonger de L'Oréal Pro.
- También pueden aplicar aceite de coco en las puntas, dejar durante 15 minutos y después lavar.
Si van a decolorar desde raíz, el día del proceso se recomienda ir a la peluquería con el pelo sucio. El sebo del cuero cabelludo va a protegerlo durante el proceso. En el caso de las mechas o balayage no es tan necesario, es mejor el tip de hacerse mascarillas, aunque sea con aceite de coco.
Al ser muy agresivo el proceso para pasar del castaño oscuro al rubio casi blanco, quizás necesiten dos decoloraciones. Y según el especialista, quizás tengan que hacerlo en dos sesiones, porque no se puede forzar tanto la fibra.
Yo opté por ir de a poco; como mi idea era llevar todo el pelo a gris y era un cambio rotundo y agresivo para el pelo, decidí hacerme unas mechas, lo más claras posible, para poder testear si me sentía cómoda con el color.
Una vez decoloramos, el tratamiento del pelo es mucho más importante. Vamos a tener que cuidar el pelo mucho más de lo que solíamos hacer. Porque si, teñirse el pelo es algo que lleva mucho trabajo. Si no están dispuestas a ocuparse y mimar (o mimarse), mejor dejarlo ahi, porque se viene un pelo de escoba hermoso.
Primero me hice unas mechas en una peluquería y con tintura normal. El pelo no quedo mal, pero cuando fui una segunda decoloración, decidí ir por un balayage y la hice con INOA, una tintura sin amoníaco a base de aceites que cuida y protege el pelo. La fibra queda más protegida, y coloración tras coloración, mejora.
Aún usando INOA, entre decoloración y decoloración (porque no logré el blanco total), la reparación del pelo es esencial:
- Lavé casi siempre con shampoo nutritivo (otra vez Nutrifier de L'Oréal Pro), pero también existe la opción de Glycerol, sin siliconas.
- Me hice 2 mascarillas por semana, alternando Lipidum de L'oreal Pro, Bomba de vitaminas de Skala y la línea Repair Force de Hairssime. La mascarilla de palta de Biferdil es BBB. Otra marca muy buena y asequible es Fidelité, las ampollas de reparación son excelentes.
- También volví a las mascarillas de aceite de coco.
- Colocar siliconas en las puntas: Nutri Advance de Hairssime, Lipidum y Vitamino Color de L'Oréal Pro. Más económico tenemos las opción L'oreal Cicarenov.
- Como acondicionador, alterné Smartbond, que es excelente para cabellos decolorados y ProFiber re construct.
- Para brillo, me encanta el spray Johnson's Gotas de brillo, sin siliconas y con aceite de árgan.
- Como el color rubio se oxida y vira al amarillo, es posible que nuestro color cambie. Una vez por semana, laven con el shampoo Silver o con la opción Cool Blonde de L'Oréal Pro. También pueden comprar el Power Mix Shot Cool Blonde para aplicar en alguna mascarilla, que es una ampolla de color violeta que además tiene activos nutritivos. El shampooo Silver es una opción que está pensada para canas amarillentas, no para rubios, es por eso que puede resecar y no es lo mejor para el pelo decolorado. Es mejor la opción Cool Blonde.
- Otro protector de color, que además aporta brillo, reduce el frizz, protege la fibra, nutre, es protector de calor, entre otros es el Suero 10 en 1 de L'Oréal Professionnel. Yo tengo las dos opciones disponibles, la Vitamino Color y la de Absolut Repair, más nutritivo y para cabello seco. Lo colocan sobre el pelo húmedo, después del lavado. Son ultra livianos y no dejan sensación pesada.
- Klorane y su Aceite Protector Capilar Ylang Ylang tiene filtros solares, para evitar que el pelo se decolore por los rayos solares y también lo protege del cloro y sal de mar.
- Realizar un corte de puntas cada 6 semanas o menos
- Algun tratamiento en salón, donde apliquen productos especiales para cerrar las cutículas y reparar el pelo en profundidad.
- Algunos baño de color para revivir el tono.
- Una vez cada 15 días, en el salón, hacer un tratamiento Vitamino Color de L'Oréal Pro, donde aplican un baño ácido que sella las cutículas, aporta un brillo increíble, suavidad de otro planeta y docilidad única.