10 trucos infalibles para tener un pelo sano y divino.
14.11.25
Tener un pelo suave, brillante y sin frizz es posible. No es cuestión de suerte, solo de saber cuidarlo y leer estos 10 tips basados en consejos de expertos. Son fáciles y los podés hacer en casa.
1. Prestá atención a tu cuero cabelludo.
El cuero cabelludo es el gran olvidado a la hora de cuidar tu pelo, pero de su salud depende la fortaleza, la capacidad de absorción de nutrientes y la caída (o no).
Masajearlo para estimular la microcirculación, evitar el uso de shampoo muy agresivo o que lo reseque en exceso y limpiarlo en profundidad para evitar acumulación de productos es el gran secreto de un pelo divino y brillante.
2. Secalo sin frotar.
Secar el pelo frotándolo con una toalla causa roturas, frizz y daño en la fibra capilar. En su lugar, podes usar una toalla de microfibra o una remera vieja de algodón y con ella hacer un turbante o presionar medios y puntas para retirar el exceso de agua.
3. Cambiá tu funda de almohada por una de satén.
El algodón de las fundas tradicionales generan mucho roce y otra vez, generan frizz y rotura capilar. Si tenés rulos o pelo seco, este tip te va salvar de despertarte con el pelo enredado.
4. Use agua tibia para lavarlo.
El agua caliente retira los lípidos del cuero cabelludo, volviéndolo más reseco y quebradizo. Además, puede abrir las cutículas, lo que fomenta el frizz y la opacidad. En pelo teñido, la temperatura altera la duración del color.
Para una limpieza diaria, usar agua tibia es la mejor opción.
5. Hace una limpieza profunda cada 15 días.
La laca, productos de styling dejan un remanente aunque te pongas poco. Llega un momento en el que es tanto que se va formando una capa alrededor del pelo que hace que parezca sucio aunque recién te lo hayas lavado, perdés volumen y movimiento además de evitar que el cuero cabelludo absorba bien los tratamientos.
Una vez por semana o cada 15 días, todo depende de la cantidad de productos que uses, hace una limpieza anti Build up y usá un shampoo clarificante, neutro o algún exfoliante capilar. Masajea bien las raíces.
Podés usar acondicionador pero desde los medios hasta las puntas.
6. Usá protectores de calor.
Los protectores de calor forman una barrera entre el pelo y las herramientas de calor para mantener la humedad y evitar la resequedad causada por las altas temperaturas.
Si usás planchita, secador de pelo y buclera, aplicarlo sobre el pelo húmedo. No pongas el producto muy cerca de las raíces porque vas a engrasarlo.
7. Usá crema para peinar.
Si se te enreda mucho el pelo, ojo con el tironeo. Eso rompe la fibra y te puede generar frizz. Para que sea más fácil (y menos traumático) ponete un poco de crema para peinar de medios a puntas.
8. El peine también es importante.
Cada tipo de cabello necesita un cepillo especial, no es lo mismo un pelo con rulos que uno lacio o fino. Comprar uno errado genera frizz, roturas y tirones innecesarios.
Los detangler son los mejores para pelo que se enreda fácilmente, los de madera previenen el frizz, los redondos estilizan mejor. En esta nota tenés el detalle de cuál sirve para cada necesidad.
9. La limpieza sin sulfatos.
Como en uno de los puntos anteriores, un shampoo muy fuerte retira los lípidos del cuero cabelludo y genera resequedad. Usar opciones sin sulfatos no sólo evitan la resequedad sino que también preservan el color de un pelo teñido.
10. Hacete mascarillas.
Las mascarillas capilares son tratamientos concentrados que podés hacer en tu casa una vez por semana. Hay una opción para cada necesidad:
- Hidratantes: pelo seco.
- Nutritivas: ideales para cabello con rulos o pelo deshidratado.
- Reparadoras: para pelo con tinturas, alisado o reseco por el uso de herramientas de calor.
Revisá cada 3 meses si es que tu pelo cambia de necesidad.






































