Por desamor, aburrimiento, ganas de patear el tablero o porque si, teñirnos en casa puede ser un momento hermoso… o no.
Una amiga de twitter me escribió este posteo sobre como cambiar el color del pelo en casa para compartirlo con Uds.
Este es el típico post copy&paste, donde pego lo que @vero_te escribió porque ni comas le faltan.
Disfruten y aprendan (aprendamos):
En la soledad de nuestro baño, arrancando el celofán de la caja con los dientes como si fuera la camiseta de Matthew McConaughey, nos imaginamos quedar como la foto de Pampita (que usa el tono Garnier Nutrisse Cebada), pero no, resulta que nos sacamos la toalla y nos vimos igualitas a la Chiqui Legrand en la publicidad de Silkey, y encima sin Photoshop.
Para que esto no te pase acá estoy yo, que les ofrezco algunos tips básicos de coloración capilar casera (y gratis).
1) ¿Qué producto me pongo?
El primer paso es elegir qué tipo de producto nos vamos a aplicar. Acá hay que saber que lo que el común de la gente denomina “tintura” no es toda igual. Hay diferentes productos y cada uno cubre una necesidad específica. Y para decidir por cuál nos vamos a inclinar hay que hacerse las siguientes preguntas:
a) ¿Qué queremos hacer?
¿Queremos tapar canas? ¿Queremos cambiar el color? ¿Queremos darle brillo? ¿O todo esto junto?
Hay dos tipos de coloraciones: las permanentes y las semi permanentes.
- Las coloraciones permanentes son las que contienen amoníaco. Es el producto que vamos a elegir si tenemos más del 25% de canas, si queremos hacer un cambio radical de color, o si ya somos usuarias y necesitamos retocarnos las raíces.
- Las semi permanentes, en cambio, son las que no contienen amoníaco y duran aproximadamente 25 a 30 lavados. Por esto se usan para tapar las primeras canas, para dar brillo, para acentuar o corregir algún matiz, para emparejar el tono, para apagar reflejos, o para hacer lo que en la peluquería llaman “baño de luz”, entre otras cosas.
Y, dato importante: la coloración semi permanente no aclara el cabello; algunas marcas dicen que pueden aclarar hasta 2 tonos pero no siempre se llega. Entonces, dependiendo de que es lo que queramos lograr nos vamos a inclinar por una o por otra, pero siempre teniendo en cuenta la siguiente pregunta:
b) ¿En qué estado está nuestro pelo?
Acá hay dos opciones: la primera sería lo que se llama “pelo virgen”. Este pelo directamente no tiene tratamientos químicos: nunca fue teñido, ni aclarado, ni alisado, ni nada que se le parezca. El pelo virgen se banca cualquier cosa. Es mucho más permeable a cambios de color, y si somos las felices poseedoras de una cabellera así no vamos a tener límites.
Pero, como a muchas de nosotras me animo a arriesgar que de virgen ya nos queda poco y nada, nos queda la opción dos: el pelo teñido (por teñido entiéndase también CON REFLEJOS / MECHAS).
Entonces, para elegir que producto usar tenemos que armar una combinación de todos estos escenarios.
- Es decir, si quiero cambiar el color pero mi pelo ya está teñido con coloración permanente, no puedo usar una semi permanente porque no me va a servir.
- Si soy castaña, nunca me teñí y quiero ser rubia no puedo usar una semi permanente porque hay que decolorar.
- Si mi pelo está teñido de negro pero ya me aburrí y quiero un castaño más natural, o tenía el pelirrojo de la Canosa y quiero volver a un color más tranqui hay que ir SI o SI a la peluquería. No hay tutía.
Y si no me hacen caso, se compran un 5/1 y se lo pasan solas en el baño “porque total es ceniza” ajo y agua. El que avisa no traiciona.
2) ¿Qué color me hago?
Más allá del gusto personal hay algo que ninguna de nosotras tiene en cuenta cuando se hace el color sola: el tono base.
¿Qué es el tono base? Nada más y nada menos que nuestro color natural de pelo. Todas miramos la cajita y creemos que nos va a quedar como a la foto. Error: nunca, pero nunca hay que comprar una tintura por la foto del estuche sino por la numeración. Siempre, además de la descripción del tono, que suele ser una sarasa del tipo “Rubio esplendoroso miel de los prados” o “Cobre Fuego de la Patagonia ardiente” en la caja figuran dos números, uno delante del otro. El primer número, que suele ir del 2 al 12 es la altura de tono: cuánto más alto el número, más claro el color.
Ejemplo:
- 2 Negro
- 3 Castaño Oscuro
- 4 Castaño Mediano
- 5 Castaño Claro
- 6 Rubio Oscuro
- 7 Rubio Mediano
- 8 Rubio Claro
- 9 Rubio Muy Claro
- 10 Rubio Extra Claro
Y etc etc, hasta llegar al platinado. Acá corre la misma salvedad que hice más arriba: difícilmente si tu pelo es castaño oscuro llegues a ser rubia por más que te apliques un tono 10. Te puede pasar si tenés el pelo virgen, pero si no es así hay que pasar por las garras de la decoloración y estas cosas SE HACEN SI O SI EN LA PELUQUERÍA (no me hagan enojar).
Atrás del tono viene el matiz. Los matices suelen variar con las marcas, pero como ejemplo les puedo decir que:
- 1 es ceniza (gris/azulado)
- 2 es mate (verde)
- 3 (dorado) amarillo
- 4 cobrizo (naranja)
- 5 y el 6 violeta
- 7 marrón.
- 0 (cero) es natural. Es el tono “puro” sin ningún tipo de matiz.
Entonces, por qué es tan importante tener en cuenta el tono base? Para errarle lo menos posible al resultado, y acá entra en juego lo que se llama Círculo Cromático:
Supongamos que soy pelirroja natural y me quiero teñir de castaño. Puedo elegir un 5 (castaño claro) pero no me conviene aplicarme un 5/3: el 3 es dorado (y tiene pigmento amarillo) como mi pelo tiene pigmentos rojos el color me va a quedar naranja (como si mezcláramos témpera roja con amarilla).
Entonces, qué tengo que hacer si quiero apagar un matiz? Mirar el círculo cromático y elegir el matiz opuesto. Por ejemplo: supongamos que mi pelo natural es de esos rubios medio verdosos y como quiero que tenga más brillo decido pasarme una coloración sin amoníaco. ¿Qué matiz voy a elegir? Uno que no tenga nada de verde, y de ser posible tampoco de los colores primarios que componen al verde (es decir el amarillo y el azul) ¿Cuál me queda? Justamente el que está enfrentado al verde: el rojo.
Importantísimo: En la parte más cercana al cuero cabelludo, o sea donde el pelo es virgen, el color toma enseguida. Por eso, si ya estoy teñida y lo único que quiero hacer es retocarlo porque creció, debo aplicar el color solamente en las raíces, dejarlo actuar más o menos media hora y después extenderlo al resto del largo. Si no me va a quedar como una bandera.
3) Cómo la arreglo si me quedó mal? (sección exclusiva para arriesgadas)
A veces pasa que, a pesar de que tomamos las precauciones del caso, nos lavamos y cuando nos miramos nos quedó demasiado amarillo, o medio violeta, o con algún reflejo que no nos gusta. En estos casos recomiendo ir a la perfumería (preferentemente esas de barrio que tienen de todo) y comprar una buena coloración semi-permanente. Ojo, nunca una tintura permanente, porque si le volvemos a chingar nos queda el consuelo de que después de un cierto tiempo se va a ir con los lavados. Teniendo siempre en cuenta la recomendación de nuestro amigo círculo cromático: si queremos corregir un amarillo, usamos un violeta, si queremos corregir un naranja, usamos un ceniza, y así sucesivamente. ¿Se entendió?
Si no, la otra opción es ir con el equino exhausto a la peluquería, confesarle que nos quisimos hacer las “esto es pan comido, no voy a gastar 100 mangos para esta boludez” y aguantarnos los reproches del amante despechado…más la remota pero posible chance de que te lo dejen peor. Porque hay peluqueros que son vengativos, en cuanto les metiste los cuernos te la van a querer cobrar….
Mucha suerte, muchachas! Que les quede lindo.